Lo que está mal

 "Lo que está mal"

Ned Hallowell enfatiza que en el modelo médico tradicional -de acento en la patología- se busca "lo que está mal" en el paciente. Cuando nos referimos específicamente a la mayor parte de los órganos, este método es muy apropiado. "Al hígado no le importa que le digamos que está enfermo, pero a la mente sí". 

Cuando los profesionales de la salud mental le decimos a un paciente que tiene un trastorno, en ese instante estamos instaurando un trastorno. Y el resultado es que esa persona empieza a verse a sí misma en términos negativos. 

Por eso, Hallowell y y John Ratey plantean que lo primero debe ser buscar lo que está bien y sano en el paciente, para luego pasar a indagar qué es lo que no está funcionando tan bien. Es decir primero buscar las fortalezas y los talentos para después ver qué es lo que falta para vivir mejor.

El Dr. Ned Hallowell afirma que los tres atributos más importantes para el éxito en los jóvenes con déficit de atención, o ADD (por sus siglas en inglés) son: la estructura, la estructura, y la estructura. 

Antes de mediados del siglo 20 en Europa y América la mayoría de los jóvenes de clase media o de los medios más acomodados se educaron en condiciones bastante estructuradas que tenía relación con antecedentes de los padres tales como la educación, el ámbito cultural y las habilidades sociales.

Añade que  los comportamientos rebeldes y las problemáticas que hoy son comunes en las escuelas eran inhabituales  en el pasado.

En comparación, el panorama para el entorno actual de los niños estadounidenses con respecto a la estructura es desfavorable. Los jóvenes tienen  menos demandas desde la escuela y el  hogar brinda  menos orientación y ha reducido sus deberes. La Academia Americana de Pediatría estima que el niño estadounidense tiene un promedio de 4 horas reloj (a menudo, de ritmo rápido, de gran distracción) de TV por día.

Según Ned Hallowell el talento pueda realizar todo su potencial sólo cuando una persona gana más dominio de sus energías y de sus impulsos. Esto parece ser cierto tanto para cualquiera de los más grandes genios de la historia como para las personas con dones más modestos

Para Hallowell  el lado positivo, de quienes tienen ADD es que habitualmente tienen talentos y dones poco comunes. Sin embargo, muchas veces son ignorados o no llegan a desarrollarse, en virtud de los problemas que ocasionan los síntomas negativos de esta condición.” 

Las personas con ADD pueden ser extraordinariamente creativas y originales. Son inusualmente persistentes bajo ciertas circunstancias y a menudo poseen aptitud como em­prendedores. Exhiben ingenio y alientan ese rasgo en otros. Tienden a improvisar bien bajo presión. Al tener la capacidad de manejar varias cosas simultáneamente, pueden ser sólidos líderes durante épocas de cambio.”

En síntesis, seguramente, si "modelamos" el contexto, ya sea familiar, escolar o social, podemos modificar muchos aspectos y con ello ayudar al alumno/a con dificultades en el aprendizaje", ya que en muchas ocasiones no son tales, sino que son realmente "dificultades del ambiente", aunque muchas veces las ignoremos debido a que es más fácil adjudicar el problema en la/el niña/o.

En su trabajo Circuitos sobrecargados: Por qué la gente inteligente se desempeña mal, publicado por la Universidad de Harvard, Hallowell nos habla de un nuevo tipo de déficit atencional frecuente en las empresas y corporaciones que denomina ADT (por sus siglas en inglés). 

Causado por una sobrecarga del cerebro, y dice “el ADT es hoy una epi­demia en las organizaciones. Los síntomas centrales son una tendencia a la distracción, el desasosiego interno y la impaciencia. Las personas con ADT tienen dificultad para permanecer organizadas, fijar prioridades y ad­ministrar el tiempo. Estos síntomas pueden socavar el trabajo de un ejecutivo talentoso.”

“A diferencia del ADD, un trastorno neurológico que tiene un componente genético y que puede ser agra­vado por factores ambientales y físicos, el ADT es en­teramente producto del entorno. Como el embotella­miento de tránsito, el ADT es una creación de la vida moderna. Es provocado por las exigencias sobre nuestro tiempo y atención que han explotado en las últimas dos décadas. A medida que nuestras mentes se llenan de ruido –eventos sinápticos sin propósito ni significado–, el cerebro pierde gradualmente la capacidad para ocu­parse total y exhaustivamente de cualquier cosa.” 

(Consultar el trabajo en completo en http://www.flaviomaticorena.com/padres/gente_inteligente.pdf)